Los elefantitos dirigen sus ojos ciegos hacia el este y al
oeste de la habitación. Tras la ventana cerrada se escuchan los fragmentados
sonidos del viento de la madrugada. En otras distancias no tan poéticas, más
allá del Atlántico, trabajan los kinesiólogos del Roca con los discapacitados
mentales y los grotescos. Las manuscritas trazaron largos caminos de hormigas
yendo pa´l hormiguero, como la hormiga y el oso hormiguero. Alguien volvió a
Varsovia entre los terraplenes de 50 cm de nieve.
Siempre supe que iba a extrañarte. Pero ahora ese sentimiento
duplica su intensidad sabiendo que ya no leerás estas palabras. Cada rincón que
mire por algún tiempo tendrá tu cara. Los gorriones ya no cantarán tan
felizmente como cuando alegremente los nombrabas tú, por las calles de la
hospitalaria Salamanca. Y tu piel de muñequita de porcelana se antepondrá por
algún tiempo a las imaginaciones de otras pieles. Tus principios de valor
universal me seguirán corrigiendo infinitamente.